Resumen
La prevalencia de alergia alimentaria se ha incrementado en algunas regiones del mundo, y con ello la incidencia, según la variabilidad geográfica, en el fenotipo y manifestaciones clínicas. La alergia alimentaria surge de la respuesta inmune específica inducida por la exposición a las proteínas de cierto alimento. La intolerancia alimentaria se refiere a reacciones no inmunitarias, causadas por características fisiológicas únicas del individuo, que incluyen mecanismos metabólicos, tóxicos, farmacológicos e indefinidos. Las reacciones adversas a los alimentos se clasifican en: mediada por IgE: Hipersensibilidad Tipo I, no mediada por IgE: Hipersensibilidad Tipo IV, mixtas: Hipersensibilidad Tipos I y IV No Alérgicas; tóxicas, farmacológicas, metabólicas, intolerancias. Este tipo de alteraciones son poco frecuentes, pero se ha incrementado en los últimos años; entre estas se encuentra el síndrome de enterocolitis inducida por proteínas, que puede producir emesis, diarrea e hipotensión, y estado de shock, que inicia dos horas después de la ingestión del alergeno. La proctocolitis alérgica inducida por proteínas es una afectación que incluye la alergia a la proteína de leche de vaca. Las reacciones retardadas suelen afectar el aparato digestivo, son más insidiosas en su inicio y no se controlan inmediatamente, aún con la suspensión del alimento. Existen ocho alimentos responsables del 90% de alergia alimentaria: leche, huevo, soya, trigo, cacahuate, nuez, pescados y mariscos.
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